Premios a nuestros alumnos en los concursos de cuentos y tarjetas de Navidad 2010.


El pasado 18 de diciembre de 2010 tuvo lugar la entrega de premios de dos certámenes organizados por La Caja de Ahorros de Canarias.
La primera parte del acto estuvo destinada a la VII edición del concurso de Cuentos de Navidad. Entre los jovencísimos escritores destacó nuestro alumno Javier Rodríguez Vallejo de 1º de ESO B: con un relato tierno que invoca la amistad y la solidaridad obtuvo el 2º premio en la categoría correspondiente al Primer Ciclo de ESO.
La segunda parte fue para los artistas plásticos. En la XLII edición del concurso de Tarjetas de Navidad, en la categoría correspondiente a Bachillerato y Ciclos Formativos, de igual modo consiguió un 2º premio la alumna Raquel Ortega García de 2º de Bach. C con un dibujo que ilustra también la felicitación navideña de los Institutos Diocesanos.
Ambos alumnos salieron del acto con sus Diplomas de reconocimiento y sendas tarjetas de La Caja para gastar en regalos navideños. ¡Enhorabuena!



Picar en la imagen.





Cuento de Navidad


Había una vez un muñeco de nieve que iba paseando por la calle. Estaba nevado y hacía mucho frío, pero de repente salió el sol. Él pensó que tenía que refugiarse en su casa, o se derretiría.
Encontró una puerta abierta y entró. Fue directo a la cocina para meterse en el congelador, pero oyó voces que se acercaban peligrosamente. Entonces, se escondió debajo de la mesa. Cuando todos se fueron de la cocina, fue hacia la puerta y lo encontró un niño llamado Jaime, que vivía en ese hogar. El muñeco de nieve se zafó del niño, que quería atraparlo.
Cuando salió, el sol empezó a brillar con fuerza y se fue derritiendo. Cuando le quedaba la mitad por descongelar, el niño lo cogió con cuidado y lo llevó a su casa para meterlo en el congelador. El pobre muñeco estaba agotado y dejó que Jaime lo ayudara. Le confesó que no tenía muchos amigos porque es muy frío y los niños se constipan cuando lo tocan. Sus otros amigos muñecos de nieve ya se habían derretido y por eso se encontraba muy solo. Jaime le dijo que él tampoco tenía muchos amigos que digamos y decidió adoptarlo. Desde entonces el hombre de nieve vive en el congelador y el niño lo cuida con cariño, le da de comer y hablan de sus cosas.

Javier Rodríguez Vallejo. 1º ESO B.
C.P.E.S. Santa Isabel de Hungría.



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